Cali, Colombia en contraste: Banquete y hambruna

Cali, Colombia en contraste: Banquete y hambruna

Todos los fines de semana, cientos de caleños descienden los 480 metros desde el alto de Las Tres Cruces, después de una hora de ejercicio con familiares y amigos a los alrededores de Cali para reabastecer. Aunque parecieran saludables, muchos no lo están.

Tenderos ocupados venden a los cansados senderistas, pollo frito, salchichas, papas fritas y otras opciones de comida rápida, que casi siempre viene pre-empacada.

En contraste, hay desnutrición en algunos de los hogares que circundan las laderas de los Farallones, pues no saben de donde provendrá su próximo alimento.

Colombia está sufriendo tanto de desnutrición como de obesidad y la tercera ciudad más grande del país no es la excepción.

Ubicada en uno de los valles más fértiles del país, Cali se encuentra entre las más recientes ciudades de América Latina a formar parte de la epidemia de la obesidad, junto con Ciudad de México y Santiago de Chile. Como resultado de dietas de bajo valor nutritivo, la deficiencia en micronutrientes como la anemia, es demasiado común.

Este fenómeno es más común en mujeres: 62% de mujeres adultas en Colombia tienen problemas de obesidad abdominal directamente relacionada con enfermedades cardiovasculares, comparado con 40% de los hombres.

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de los adultos colombianos sufren de obesidad o sobrepeso (ENSIN 2010)

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de los hogares en Colombia carecen de seguridad alimentaria (ENSIN 2010)

Para una nación con una rica tradición culinaria y abundantes recursos naturales, los colombianos han desarrollado un gusto por las dietas de moda. Las ventas al detal de bebidas y alimentos ultra procesados, aumentó en un 25,1% entre 2000 y 2013, mientras que solo uno de cinco colombianos consume vegetales diariamente. Esta tendencia es el resultado de las nuevas estructuras familiares que les deja menos tiempo para cocinar alimentos nutritivos y la pobreza que deja a muchos sin acceso a estos alimentos.

 

La pesada carga duplicada de América Latina

El problema de la obesidad mundial no es una novedad, pero el hecho de que exista en la mismas ciudades, barrios e inclusive en personas desnutridas es desconcertante para muchos.

De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) mientras que América Latina y el Caribe se ha convertido en la región de mayor sobrepeso entre los países en desarrollo, aún se debe llegar a 34 millones de personas para erradicar el hambre.

Son las comunidades más pobres las que generalmente exhiben el extraño fenómeno de desnutrición y obesidad conviviendo lado a lado.

 

Desiertos de comida saludable y desigualdad en el valle de la biodiversidad

En Cali, muchas de las opciones que tiene el consumidor se limitan a alimentos baratos y de bajo valor nutritivo. Especialmente en los barrios de bajos recursos, los alimentos sanos son muy caros o no los hay.

Según Jenny Peña, Candidata a Maestría en Salud Pública, Universidad del Valle, “Para los más pobres, comer comida rápida en la tienda del barrio es más barato que cocinar”.

“Vamos a suponer que uno no tiene mucho dinero, compraría una libra de arroz y huevos o compraría salchichas cubiertas de queso y salsa para una familia de cinco, por el mismo valor? La calidad puede ser muy mala, pero es delicioso y sobre todo barato.”

“Muchas personas dicen que comen arroz y papas durante la semana y que el fin de semana comerse una hamburguesa es un premio.”

“En otras partes de Cali, los mercados están llenos de productos frescos y las familias más adineradas tienen empleadas que les cocinan opciones más saludables.”

 

La disponibilidad y la accesibilidad de alimentos en Cali, Colombia

by Jenny Peña | Proyecto de Cali Come Mejor

Con fondos de la Fundación Ford, el equipo de Jenny conformado por investigadores del Centro Internacional para la Agricultura Tropical (CIAT), el Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agronómica para el Desarrollo (CIRAD) y la Universidad del Valle, está usando un abordaje epidemiológico para mapear las causas raíz del problema de salud, de la misma manera que Rodrigo Guerrero, el anterior alcalde de Cali, lo hizo para reducir drásticamente la violencia en la ciudad. Este análisis basado en datos guiará a funcionarios públicos en el desarrollo de un abordaje multisectorial hecho a la medida para Cali.

Recientemente en Colombia la pobreza ha disminuido hasta el 29% de la población y luego de décadas de dificultades, hay señales de que Cali está resurgiendo. El índice de homicidios en la ciudad, que alcanzó niveles de hasta 126 por cada 100.000 habitantes en 1992, ha disminuido a 25 por cada 100.000 y el desempleo también bajó.

Sin embargo, Colombia permanece como uno de los países con mayor desigualdad en el mundo y esto se manifiesta económicamente y a través de la desigualdad en salud y nutrición.

Líderes del gobierno, la industria, la agricultura y otros sectores, deben abordar la disparidad persistente de la salud a nivel nacional, departamental y local, como una prioridad tanto ética como económica.

El Mundo de las Verduras (The World of Vegetables), Cali, Colombia. Photo by Melissa Reichwage/CIAT.

Resolver la desnutrición es más complicado que simplemente cultivar más alimentos. Para la mayoría, la cantidad de alimentos no es el problema pues Colombia cultiva e importa lo suficiente.

Una mejor nutrición es en gran parte consecuencia de unas cuantas políticas, muchas de las cuales ni siquiera son sobre alimentación, pero que son vitales para generar impacto.

Para ahorrar dinero en transporte, muchas de las personas más pobres en Cali compran en la tienda más cercana, donde frecuentemente la calidad es inferior, no hay frutas y vegetales o son demasiado costosos.

Según Jenny, “Aquello que se encuentra disponible en el mercado del barrio, determinará lo que el consumidor comerá o no”.

La falta de espacios verdes y seguros para una libre recreación, hace que muchos caleños no se ejerciten. Aunque nuevas áreas para caminar se están desarrollando, tales como el Bulevar del Rio que corre a lo largo del centro de la ciudad y los planes para un Corredor Verde, son pasos en la dirección correcta, en muchas partes de la ciudad donde el problema de salud es más grave, aún no hay tales proyectos.

Las bajas condiciones de salubridad y beber agua sucia causan enfermedades gastrointestinales que impiden que el cuerpo absorba nutrientes. En el departamento de la Guajira al norte de Colombia, las enfermedades relacionadas con el agua, así como las sequías y los malos gobiernos, han contribuido a la desnutrición y muerte de más de 100 niños en lo que va corrido del año.

Si las niñas se embarazan muy jóvenes, lo más probable es que sus bebes nazcan con bajo peso y que no tengan las condiciones necesarias para salir adelante. De acuerdo a una investigación publicada en la revista médica The Lancet, bajo las mismas condiciones, los niños desnutridos tendrán más dificultades en el colegio, habrá mayor abandono escolar, ganarán menos dinero que sus compañeros mejor alimentados y morirán más jóvenes. En Cali, más del 14% de las niñas adolescentes entre 15 y 19 años son madres o están embarazadas, con mayor índice de embarazos entre adolescentes de la población de bajos recursos.

Paradójicamente, la desnutrición también puede causar obesidad en el futuro. El hambre entrena el cuerpo para almacenar grasa mientras se está en el vientre materno y durante la infancia, por lo tanto, las personas más pobres tienden a ser obesos cuando adultos, perpetuando de esta manera el ciclo.

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de los niños menores de cinco años en Cali son moderada o severamente raquíticos (ENDS 2010)

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de los niños menores de cinco años en Cali tienen sobrepeso

Pero pocos gobiernos piensan en la nutrición al diseñar sus políticas de educación, infraestructura y bienestar social. Si lo hicieran, la repercusión sería impactante.

Fresh produce for sale in Cali, Colombia. Photo by Melissa Reichwage/CIAT.

Es por esto que el CIAT, junto con la secretarías locales de Salud y Bienestar Social, está convidando a la mesa diferentes actores del sistema alimentario de Cali. A partir del EATxCali realizado en octubre de 2015, en diciembre se llevó a cabo el primer diálogo con representantes de la Secretaría de Educación, las grandes cadenas de supermercados, el Programa Mundial de Alimentos, bancos de alimentos, proveedores de alimentos escolares, entre otros.

Están ayudando a generar ideas para crear las condiciones necesarias para una sociedad bien nutrida y dando prioridad a las acciones en la producción y distribución de los alimentos correctos para todos los consumidores. Esta nueva tradición de cooperación hace que Cali esté avanzando en la dirección correcta, hacia una estrategia para un sistema alimentario más inclusivo y sostenible y hacia la firma del Pacto de Política Alimentaria Urbana de Milán.

La nutrición en Cali se puede mejorar de muchas maneras. Guy Henry, líder de proyecto en el CIAT y residente de vieja data en Cali, revisó algunas de las tareas: invertir más en prevención de enfermedades, mejorar la alimentación escolar para los más pobres, enseñar buenas prácticas alimentarias, educar a mujeres y niñas, focalizar la producción agrícola en diversidad nutricional y aumentar la coherencia de las políticas.

Beans - an important staple food in Colombia - being prepared for sale outside of Alameda Market, Cali, Colombia. Photo by: Melissa Reichwage/CIAT.
Beans - an important staple food in Colombia - and other products for sales in Alameda Market, Cali, Colombia. Photo by: Melissa Reichwage/CIAT.

Una mejor nutrición es una excelente inversión y si se implementa, estas intervenciones tendrán un alto retorno para Cali y para el país, mientras trabaja para poner fin a 50 años de conflicto armado y asegurar un futuro más justo, equitativo y pacífico.

 

 

El proyecto “Cali Come Mejor” es apoyado por la Fundación Ford como parte de una sociedad con la ciudad de Cali para promover una urbanización inclusiva. Recientemente la Oficina Regional Andina de la Fundación se ha trasladado de Santiago de Chile a Bogotá, Colombia, donde el CIAT continua colaborando de cerca para combatir la desigualdad.