Fernando Calle: Deja un rastro de entusiasmo y amor por el cultivo de la yuca

Contribuir al mejoramiento de la tercera fuente más importante de energía alimentaria del mundo fue la misión de Fernando Calle durante 38 años de trabajar en el CIAT como agrónomo encargado de los cultivos de yuca en Palmira y los Llanos Orientales en Colombia. Hoy, culmina su fase como investigador dejando un gran legado en la organización.

Sus inicios en el Centro los desarrolló en el Programa de Suelos con Howeler Reinhardt trabajando en requerimientos nutricionales de la yuca para los suelos ácidos de los Llanos Orientales, en la estación de Carimagua. Las circunstancias lo llevaron al Programa de Yuca a trabajar en mejoramiento, y fue tal su pasión que estudió una maestría en producción vegetal con énfasis en mejoramiento en la Universidad Nacional. Hernán Ceballos, mejorador del Programa de Yuca, dice que “es un hombre que representa el espíritu de lo que era el CIAT en sus comienzos: una actitud frente a sus funciones que va más allá del cumplimiento de estas. Para él, el trabajo no es cumplir con un horario sino con una misión. Es una persona que se despierta y se acuesta pensando en yuca”. Por su parte, Nidia Betancourt, analista de comunicaciones de la Corporación Clayuca, manifiesta que “en las visitas que recibimos con frecuencia a la corporación siempre ha estado dispuesto a compartir sus conocimientos. Ha sido capacitador de técnicos, investigadores, empresarios, productores, agricultores, docentes, estudiantes y periodistas”. Clair Hershey, líder del Programa de Yuca, agrega que “Fernando es una persona que logra integrar una amplia experiencia teórica y práctica sobre múltiples disciplinas y temas relacionados con la yuca; además, su amabilidad y personalidad facilitan el trabajo en equipo entre el campo y el laboratorio”. Como amigo y padre Hershey agrega que “es una persona  incomparable que se relaciona bien con todas las personas. Disfruta la vida, es sencillo y  descomplicado, se adapta a cualquier situación, a veces viajábamos en condiciones difíciles y nunca se quejó”. Calle es buen amigo, esposo y padre. Le gusta practicar tenis de mesa como deporte y su comida preferida es la carne. Amigas como Ximena Moreno, analista administrativo, sostiene que “fue el mejor amigo de mi esposo Jairo Bedoya que trabajó muchos años en el CIAT en temas de yuca. Le agradezco siempre por haber estado pendiente y servir de apoyo para mi hija y para mí desde que mi esposo falleció”. Logros con la yuca Fernando trabajó con docenas de organizaciones locales y nacionales en los países productores de yuca, así como con institutos de investigación avanzada en el mundo industrializado. Con el fin de contribuir a vincular este tubérculo a los mercados dinámicos, también colaboró con compañías del sector privado en países como Argentina, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, México y Ecuador. Mantiene estrechos vínculos con Clayuca desde donde promueve el desarrollo y la difusión de tecnologías mejoradas para la producción y el procesamiento de la yuca para América Latina y el Caribe. Calle aportó al desarrollo de germoplasma élite mediante el uso de técnicas modernas de mejoramiento, como la selección recurrente de ciclo rápido y la producción de haploides duplicados. “Ha sido una gran fortaleza poder contar con la asesoría de uno de los profesionales con mayores conocimientos y experiencias a nivel mundial sobre sistemas de producción de yuca”, sostuvo Bernardo Ospina, director ejecutivo de Clayuca. Gran parte de sus logros se han centrado en asesorías en la selección de variedades de yuca para ensayos de adaptación en otras regiones del mundo; fortalecimiento de los sistemas de producción y manejo agronómico del cultivo y apoyo en las actividades de gestión del conocimiento con grupos de colaboradores de campo y laboratorio. También ha colaborado en la integración de diferentes disciplinas (patólogos, entomólogos, fitomejoradores, entre otros), ha sido capacitador de la Red de Fitomejoramiento de Yuca en América Latina y el Caribe en la que tenía como objetivo la consolidación de datos de rendimiento, calidad y resistencia en un lenguaje que permitiera el acceso a datos y material genético para lograr el intercambio de germoplasma entre los países. Otro de los logros fue el asesoramiento a un proyecto que se realizó en Argentina en alianza con la Unión Europea y Clayuca en el manejo del cultivo en: prácticas agronómicas para una región específica que va desde preparar el suelo, fertilización, manejo del cultivo con el control de malezas hasta el control de plagas y enfermedades. “Considero que una de las ventajas de haber trabajado en el Centro son todos los aprendizajes que se adquieren en diferentes temas. Es un orgullo haber sido parte de esta organización” manifestó Fernando Calle, asistente de investigación, quien dice adiós al CIAT desde el 23 de diciembre. Calle seguirá capacitando y dejando un rastro de entusiasmo y amor por el cultivo de la yuca. Este legado lo comparten muchas de las personas que trabajaron con él  y que tuvieron la oportunidad de conocer esa misión de ver el trabajo y el cultivo como el camino  para cambiar el mundo de la yuca. “Lleva consigo un bagaje enorme de memoria institucional que es imposible de reemplazar, yo llegué hace 15 años al programa y crecí bajo la sombra de él quien fue el que me enseñó mucho de lo que yo sé ahora y me transmitió el amor por la yuca. Imaginarme este programa sin él va a ser  muy difícil”, Hernán Ceballos, mejorador del Programa de Yuca.