Foto: Diksha Arora/CIAT

En el marco del proyecto Oportunidades Rurales en el Golfo de Fonseca, liderado por Swisscontact y con el financiamiento de Asuntos Mundiales Canadá—que busca contribuir a mejorar el bienestar económico de los pequeños empresarios y productores en la Región del Corredor Seco de Honduras—el CIAT coordinó dos trabajos de campo: uno cuantitativo y otro cualitativo en la región, que permitieron explorar el empoderamiento de las mujeres y las brechas de género en la cadena de valor de marañón.

Fotos: Swisscontact

¿Qué dicen los datos sobre el empoderamiento de las mujeres?

En septiembre de 2018 capacitamos varios técnicos del proyecto Oportunidades Rurales en la implementación de la encuesta del Índice Abreviado del Empoderamiento de Mujeres en Agricultura (A-WEAI), desarrollado por el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI). Durante la jornada de capacitación visitamos algunos productores y productoras de marañón y una de las plantas procesadoras. En los siguientes tres meses, el equipo de técnicos del proyecto visitó 203 hogares productores de marañón y con la información recolectada estimamos el A-WEAI para el eslabón de producción. Encontramos que el 41% de las mujeres y el 22% de los hombres están desempoderados en al menos uno de los seis indicadores que incluye el A-WEAI. Estos indicadores son:

  • Participación en decisiones sobre producción.
  • Propiedad de activos.
  • Acceso y decisiones sobre crédito.
  • Control sobre el uso del ingreso.
  • Pertenencia a grupos.
  • Carga de trabajo.

Al analizar el desempoderamiento de hombres y mujeres dentro de cada indicador encontramos que el porcentaje de mujeres que están desempoderadas en la mayoría de los indicadores es mayor que el porcentaje de hombres.

Desempoderamiento en participación en decisiones sobre producción

  • Mujeres 24.6%
  • Hombres 3.4%

Desempoderamiento en acceso y decisiones sobre crédito

  • Mujeres 16.4%
  • Hombres 11.2%

Desempoderamiento en control sobre el uso del ingreso

  • Mujeres 0%
  • Hombres 0.9%

Desempoderamiento en propiedad de activos

  • Mujeres 20.5%
  • Hombres 1.7%

Desempoderamiento en pertenencia a grupos

  • Mujeres 19.1%
  • Hombres 16.3%

Desempoderamiento en carga de trabajo

  • Mujeres 20.5%
  • Hombres 16.3%

El análisis cuantitativo sugiere que la poca participación de las mujeres en la toma de decisiones es el indicador que más contribuye al desempoderamiento de las productoras de marañón, seguido por el indicador de carga de trabajo y pertenencia a grupos, respectivamente. La configuración de las privaciones de los hombres es similar a las de las mujeres, pero ellas tienen en conjunto menos empoderamiento que los hombres en la mayoría de indicadores y en el de participación en toma de decisiones y propiedad de activos es donde hay mayor brecha de género.

Fotos: Juliana Muriel/CIAT

¿Cómo se entienden los resultados desde la investigación cualitativa?

Durante una segunda visita a la región en abril de 2019, llevamos a cabo varios talleres participativos con familias procesadoras de marañón, familias productoras y procesadoras de frutas y familias procesadoras de lácteos. También entrevistamos algunos de los técnicos del proyecto y otros informantes claves de las cadenas de valor de marañón, frutas y lácteos. El objetivo de este estudio cualitativo fue complementar la información cuantitativa y entender mejor las barreras que hombres y mujeres enfrentan en cada cadena de valor. Algunos de los mensajes claves que encontramos para el caso de marañón son:

Las mujeres participan activamente en tareas agrícolas y domésticas. Estos dos roles no son independientes, por el contrario, las mujeres deben organizar su tiempo para cumplir con ambas labores.

Durante la época de cosecha del marañón o del tamarindo pasamos en la finca unas dos horas o tres horas, siempre tenemos las mismas tareas en el hogar, en esa época oscureamos (nos levantamos más temprano). Como mujeres nos aumenta el trabajo, pero como sabemos que tenemos que hacerlo entonces lo hacemos, planificamos el tiempo para que no se nos acumule, la casa primero, hacer la comida, el quehacer e irnos, hoy salimos de siete a diez, tres horas entonces de diez a once ya queda chance para hacer la comida del almuerzo o lo que hay que hacer.

Grupo Mujeres

Si hay que abonar le ayudo a abonar, le ayudo a cuidar las siembras, si debo ir a recoger leña la voy a jalar. Como mujeres del campo, el trabajo de nosotras es apoyar al marido.

Grupo Mujeres

La participación de las mujeres en las actividades agrícolas es vista por ellas mismas y por sus esposos como ayuda o apoyo y no es considerada un trabajo.

Hombres y mujeres se apropian de los roles tradicionales de género, en los que los hombres son vistos como los encargados de proveer los alimentos y el dinero, y las mujeres como las responsables del cuidado y mantenimiento del hogar.

El hombre debe salir a trabajar y la mujer debe administrar el hogar.

Grupo Mujeres

Las mujeres se dedican a oficios domésticos y aportan en parte a los trabajos agrícolas de su esposo, ese proceso se hace mutuo, cuando los hijos crecen, se integra toda la familia en cuanto a actividades de la finca de maíz.

Grupo Hombres

El análisis cualitativo reveló que en la región hay una fuerte apropiación de las concepciones tradicionales de los roles de género que ubican a la mujer como ama de casa, encargada de educar y cuidar los hijos, mientras que al hombre lo ubican en la esfera pública como trabajador y responsable de proveer el dinero. Estas concepciones enmarcan como son tomadas las decisiones dentro del hogar, la propiedad de recursos y los niveles de liderazgo que tienen hombres y mujeres. Por ejemplo, la poca participación de las mujeres en espacios de discusión, se explica porque ellas en su rol de cuidadoras están confinadas a permanecer más tiempo en el hogar.

Foto: Mónica Chavarro/CIAT

Foto: Diksha Arora/CIAT

¿Qué viene?

Entender el nivel de empoderamiento de mujeres y hombres involucrados en la producción y el procesamiento de marañón, permitirá al proyecto Oportunidades Rurales identificar las desigualdades de género en la cadena de valor de la nuez, así como también los roles, oportunidades y obstáculos que tanto hombres como mujeres enfrentan y por lo tanto podrán direccionar sus intervenciones de tal manera que ayuden a reducir las brechas de género ya existentes, o por lo menos podrán asegurar que sus actividades no ampliarán dichas desigualdades.

En este mismo contexto, el equipo del Proyecto implementó el cuestionario de A-WEAI con 98 hogares involucrados en el procesamiento de marañón, está información está siendo analizada y servirá para complementar los resultados aquí presentados y la Estrategia de Género para la Cadena de Valor de Marañón.

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