Mesas Técnicas Agroclimáticas, apuesta clave para los productores de Honduras
Más de 5000 productores de diferentes regiones de Honduras han integrado las “Mesas Técnicas Agroclimáticas Participativas”, instancia que les permite tomar mejores decisiones para desarrollar y sostener sus cultivos ante la variabilidad climática que se produce en el país.
Las Mesas Técnicas Agroclimáticas (MTA) son una iniciativa innovadora que busca integrar actores del sector agropecuario a nivel local para informar, especialmente a los pequeños productores, sobre los cambios esperados en el clima de su región, la afectación en sus cultivos y qué pueden hacer para reducir los impactos negativos.
Esta iniciativa surge del resultado de un convenio de cooperación entre la Secretaría de Agricultura y Ganadería de Honduras (SAG) y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), para intercambiar con el país centroamericano la experiencia colombiana en este tema. El proyecto es apoyado por el Programa de Investigación en “Cambio Climático y Seguridad Alimentaria para América Latina”.
Gracias a las mesas agroclimáticas en Honduras, los productores obtienen los “Boletines Agroclimáticos”, donde se informan sobre el comportamiento del clima por regiones y las recomendaciones técnicas enfocadas en las variedades genéticas que puedan usar en cada cultivo y adaptarse a las condiciones climáticas que se presentarán.
En la actualidad existen 7 Mesas establecidas en el país, que se encuentran en las regiones de Comayagua, El Paraíso, Intibucá, Región del Golfo de Fonseca, Región de Occidente, Santa Bárbara y Olancho, las cuales fueron creadas bajo un acuerdo ministerial.
Esta medida de la SAG está orientada a generar espacios de planificación y coordinación entre los diferentes actores del sector agrícola para incrementar su productividad y competitividad de los alimentos de forma sostenible para los productores, a través del acceso a la información agroclimática para mejorar la toma de decisiones.
Las Mesas Técnicas Agroclimáticas de Honduras son un verdadero ejemplo de integración de los actores del sector agroalimentario para adaptarse al cambio climático, sin perder la posibilidad de la sostenibilidad y la competitividad, asistidos por la cooperación internacional.