Pasión, la clave de Elizabeth Álvarez para triunfar en la ciencia

Pasión, la clave de Elizabeth Álvarez para triunfar en la ciencia

Elizabeth Álvarez, Ingeniera Agrónoma de la Universidad Nacional de Colombia, sede Palmira, inició sus actividades de investigación en el CIAT en 1980, donde siempre se distinguió por su incansable curiosidad científica. Por esto, aunque su etapa laboral finalizó hace unos meses en el Centro, algunos colegas del programa de yuca aseguran que el vacío que dejó en el equipo ha sido grande.

Elizabeth, investigadora y también docente, con estudios de maestría y doctorado en fitopatología en la Universidad de Iowa en Estados Unidos, siempre es recordada como una excelente persona, jefe y científica.

En 1995, fue designada como fitopatóloga para dirigir el grupo del Laboratorio de patología de yuca, cargo en el que permaneció por más de 20 años. Allí desempeñó un rol  fundamental en el fortalecimiento de la cooperación científica a nivel nacional e internacional, participando como líder y coejecutora de numerosos proyectos de investigación en Asia y América Latina y el Caribe.

Según Hernán Ceballos, mejorador del programa de yuca, “Elizabeth no sólo podía integrarse a un equipo multidisciplinario de yuca, sino que también pudo trabajar exitosamente en otros cultivos relevantes para Colombia como plátano, forrajes y palma de aceite. Para mí fue un honor y un privilegio coordinar el programa de yuca del CIAT del que ella hizo parte durante más de una década. Durante ese tiempo siempre la vi como una persona responsable y de gran entusiasmo, ya que ningún problema parecía imposible de solucionar para ella”.

Su trabajo, conocimiento y experiencia en el área, le han permitido la formación científica de profesionales altamente competitivos a nivel de pregrado, maestría y doctorado y la publicación de sus trabajos en libros, boletines y revistas científicas acreditadas.

Trabajo en equipo para alcanzar los logros científicos

En sus actividades diarias, la doctora Álvarez fomentaba el trabajo colaborativo entre su equipo del Laboratorio de patología de yuca, a lo que atribuye los grandes logros científicos. Se destacan las estrategias para el control biológico de plagas y enfermedades en las raíces de la yuca, el fortalecimiento de la seguridad alimentaria y estabilidad ambiental de las comunidades indígenas en Mitú, el manejo integrado de enfermedades de las rosas para los floricultores, la implementación de la técnica molecular de identificación rápida del fitoplasma asociado a la enfermedad de cuero de sapo en yuca, así como el desarrollo de un sistema de cámara térmica para la limpieza de estacas de yuca con esta enfermedad.

Ante estos logros, Hernán Ceballos reitera que “Elizabeth Álvarez demostró una combinación de cualidades cada vez más difícil de conseguir. Su equipo de trabajo pudo cumplir y validar los postulados de Koch para el caso de cuero de sapo en yuca a través de una tesis doctoral en la Universidad Nacional de Colombia, se demostró que un fitoplasma es responsable de los síntomas asociados con la enfermedad que conocemos como cuero de sapo. Puede haber otros agentes infecciosos, pero lo que se demostró por primera vez es que al menos el fitoplasma induce la enfermedad”.

Del mismo modo, el doctor Clair Hershey, ex líder del programa de yuca, se refirió a este logro diciendo que “el equipo de Elizabeth contribuyó a desentrañar el agente causal de la enfermedad de cuero de sapo de la yuca porque desarrolló una hipótesis sobre las contribuciones de los agentes de fitoplasma a la etiología de la enfermedad, y persiguió implacablemente las posibles implicaciones de este grupo de patógenos. Este desafío, había frustrado las habilidades de múltiples científicos dentro y fuera del Programa de Yuca del CIAT, por 30 años”.

Por su parte, Germán Llano, quien trabajó por más de 12 años junto a Elizabeth Álvarez, sostiene que “la doctora fue una líder y siempre motivó a su equipo para producir resultados de investigación y enfrentar nuevos retos a diario, siempre enfatizando en adquirir nuevos aprendizajes y enseñar a otros a no rendirse a pesar de los obstáculos. Además, siempre impulsó el respeto entre los compañeros y de los superiores hacía los trabajadores”.

Es satisfactorio hacer referencia a puntos en los que todos coinciden, Elizabeth tenía altos estándares científicos para ella y su equipo. A menudo les exigía que repitieran experimentos una y otra vez para estar completamente seguros de los resultados. También fue especialmente exitosa en obtener fondos de las agencias de financiación regional y local como FONTAGRO y el Sistema General de regalías de Colombia, así como de los principales donantes internacionales como la Fundación Bill y Melinda Gates y la  Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).

Aunque siempre habrá mucho más que destacar de la doctora Elizabeth, esto es lo que los integrantes del programa de Yuca de CIAT manifiestan con un hasta pronto y un agradecimiento sincero por dedicar su carrera científica a la Investigación en el CIAT. Sin duda, por esto será recordada como una de las científicas más apasionadas y productivas de la organización.

Agradecimientos especiales a:

Luis Augusto Becerra
Hernán Ceballos
Zulma Zamora
Clair Hershey
Germán Llano