Un hasta pronto a “Maru”

Un hasta pronto a “Maru”

María Eugenia Recio le dice adiós a su vida laboral en el CIAT, después de completar 18 años de servicio en distintas áreas de investigación. Hoy esta mujer ejemplar, que mantiene intacto su deseo de superación, se llena de tristeza cuando piensa en despedirse de la organización que la formó y la convirtió en una profesional sobresaliente.

María Eugenia es tecnóloga en manejo y conservación de suelos y aguas de la Universidad del Valle, también es profesional en agronomía de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia UNAD, sede Palmira.

Su historia en el CIAT inició el 31 de julio del 2000 como contratista de ASOCAMPO, posteriormente en 2002 ingresó oficialmente al programa de forrajes tropicales, concretamente al equipo de fisiología, en donde trabajó con el doctor Idupulapati Rao apoyando a los investigadores en la evaluación de tolerancia al aluminio en brachiaria.

 

María es una de las mejores trabajadoras del equipo de Nutrición y Fisiología Vegetal del CIAT. Ella hizo contribuciones sobresalientes al trabajo sobre los mecanismos de resistencia del aluminio en pasturas forrajeras tropicales, brachiaria. Tuve la fortuna de interactuar con su familia en Palmira. Ella es excelente trabajando en equipo y le deseo todo lo mejor en el desarrollo de su carrera.

Idupulapati Rao

Científico Emérito del CIAT

En 2007, María Eugenia fue contratada por el doctor Manabu Ishitani, del área de biotecnología, como técnico de campo y laboratorio y, desde febrero del presente año, se desempeñaba como asistente de investigación, cargo del que próximamente se despedirá. María dice que la decisión más difícil que ha tomado en su vida es dejar al CIAT, puesto que ha sido el lugar donde ha tenido más aprendizajes, recibidos especialmente de parte de los doctores Idupulapati Rao, Manabu Ishitani y Alba Lucía Cháves.

“Admiro su ejemplar deseo de superación. Con el apoyo que le hemos brindado en el CIAT, ella se ha convertido en una profesional de calidad que escribe su historia de éxitos. Su híper-responsabilidad ha facilitado el logro de objetivos en muchos proyectos de investigación en los que ella ha contribuido con su trabajo impecable y dedicado”, manifestó Alba Lucia Chávez, quien coordina las actividades de María Eugenia.

Por su parte, Yeny Zapata, una de sus mejores amigas en el CIAT, sostuvo que “siempre ha sido reconocida por su compromiso y entrega al trabajo, por eso ahora se le abren oportunidades para crecer y aprender. Estamos muy contentos porque otras personas tendrán la oportunidad de conocer un gran ser humano y una gran profesional. Deseamos que aprenda mucho y disfrute de nuevos paisajes, siempre estaremos observando con alegría su progreso”.

Santiago Mejía, su compañero de almuerzo, agregó que “creo firmemente que cuando uno hace las cosas bien, como lo ha hecho mi hermosa Maru, el universo conspira para que todos los  anhelos se hagan realidad. Ella es el mejor ejemplo de dedicación, esfuerzo y disciplina que he conocido, todo lo que hace, lo hace bien y por eso el universo la premia. La extrañaré durante cada almuerzo en el CIAT. Siempre le deseo lo mejor y, por supuesto, seguiré para lo que ella necesite”.

Maru, como cariñosamente la conocen sus compañeros, se despide del CIAT, para iniciar una etapa en su nuevo rol como asistente de investigación en agronomía en la Federación Nacional de Arroceros (FEDEARROZ), a través de un proyecto interinstitucional liderado por CIAT, donde continuará aprendiendo sobre técnicas moleculares, uso de drones, tecnologías aplicadas al cultivo, toma de imágenes con cámaras multiespectrales, etc. ¡Le deseamos el mayor de los éxitos en esta nueva etapa!

Agradecimientos especiales a:

Idupulapati Rao
Ishitani Manabu
Alba Lucia Cháves
Yeny Zapata
Santiago Mejía